Deberíamos movilizar a todos los agentes sociales, trabajadores, profesores, intelectuales, artistas a que se implicaran, unos haciendo debates, otros conciertos, otros teatros, fiestas y siempre llevando como lema el respeto a todas las ideas y el derecho a tenerlas y a defenderlas. Debemos de hacer más fácil la resolución del conflicto ayudando a simplificar, si fuera posible los pasos que hubiera que dar para que ETA dejara definitivamente las armas. Por encima de los partidos políticos estamos las personas, seamos de uno u otro partido o no seamos de ninguno, nos merecemos todo el respeto y tenemos derecho a ser escuchadas y tratadas sin suspicacia.