Convencimiento absoluto que ninguna aspiración política puede ser defendida por métodos violentos. Los partidos políticos deben de tener un compromiso claro de lograr primero, la total ausencia de violencia, para pasar después a tratar las legítimas aspiraciones políticas de cada cual. La no utilización del sufrimiento de las víctimas para plantear soluciones para la paz. La articulación de un debate social tendente al respeto de las ideas del opuesto y el resarcimiento de las víctimas. Educar desde la escuela en el respeto y la tolerancia al diferente sea este por credo, raza, clase social o ideología.