Intentar eliminar o apartar de alguna manera el odio entre las partes por los sucesos acaecidos hasta el momento. Los partidos políticos deberían olvidarse de sus intereses como tal, y ya no digamos los de las personas que los componen. Darse una tregua para poder hablar sin limitaciones, sin condiciones y sobre todo honesta por ambas partes. Sin buenas palabras para ganar tiempo y sin amenazas por la otra parte. Que el estado español reconozca que en Euskadi, hay y habido una realidad y un sentir de nación y que no se puede obviar. Reconocer que en el mundo del siglo XXI cabemos todos y nos podemos relacionar todos sin limitaciones de ningún tipo, simplemente conviviendo.