La situación acomodada de la sociedad, y de todas las partes del problema. Es algo que está ahí, todos nos quejamos pero no hay verdadera intención por cambiar las cosas. Vivimos una situación que favorece a los partidos políticos, el terrorismo les sirve como distracción del ciudadano-votante, nubla la visión de las mejoras y de la buena política que deberían hacer, así que una de las dificultades es la poca intención de los políticos por solucionarlo. Iniciativas como éstas, en las que se le da la palabra a los ciudadanos. Cada vez es más insostenible la situación, la gente está ya muy cansada y hay voluntad general por acabar aunque solo sea de boca y no con actos.