Lograr la paz. La mesa (o como se la llamara) para ese fin no fue constituida claramente con esa auto-limitación: sin elementos políticos. La normalización política debió ser objeto de otra mesa. El regreso de ETA a la acción violenta y a la intimidación. Síntomas de desaliento en partidos políticos y movimientos civiles. Lograr (o avanzar hacia) la normalización, es decir, la plena democratización. La ruptura o abandono de la mesa previa limitada a algunos partidos. La vuelta de ETA a la actividad armada. La exclusión de la izquierda abertzale del campo político, institucional y no, tanto local como estatal. La iniciativa del tripartito, y en su nombre, de Ibarretxe, en septiembre pasado. Iniciativas como este foro municipal u otros. La persistencia de movimientos por la paz, el acuerdo, y el derecho a decidir. Se percibe ya muy mayoritariamente que el ciclo de la violencia está acabado. La mas notable oportunidad: concluir este proceso de paz y normalización democrática por la propia iniciativa ciudadana y no a remolque de lo que ETA haga o deje de hacer. Se elude así la relación de dependencia de ETA.