La mayor dificultad es que ETA deje las armas. Que con el último asesinato los ciudadanos se hayan blindado y sea más difícil convencerles de que es necesario un diálogo con los terroristas. Hacerles entender que no se está contra ellos sino con ellos. Que todos estamos en el mismo saco. La oportunidad es que ya llevamos años de dificultades y que es el momento de avanzar. En estos momentos que el Gobierno Central (valiente) sea Socialista parece una esperanza para el diálogo. Creo que el pueblo en general ha reaccionado mejor. Los medios de comunicación se hallan en otras claves. Es insuficiente para el Lehendakari rebajar la tensión y entrar a valorar los pros y los contras de la propuesta.